La energía del sol es, probablemente, la más limpia que se puede obtener en la actualidad. Por esta razón, las instalaciones fotovoltaicas privadas se han multiplicado en los últimos tiempos y cada vez más casas cuentan con ellas.

Quizá los paneles solares son una de las mejores inversiones para lograr que la factura de la luz se reduzca al máximo a final de mes. Así, no debería sorprender que el autoconsumo con placas solares sea una tendencia al alza.

Teniendo en cuenta que el coste de cargar un vehículo eléctrico es bastante menor que repostar uno de combustión y que si lo cargamos en casa mediante energía renovable proveniente del astro rey, el recibo puede reducirse incluso todavía más.

Por eso, a continuación veremos cómo se puede cargar un coche eléctrico con placas solares, qué potencia contratada se necesita para recargar un automóvil de este tipo o si es posible cargar las baterías por la noche cuando, lógicamente, no hay luz solar.

Recargar un vehículo eléctrico en casa empleando la electricidad generada a través de paneles fotovoltaicos es totalmente posible en la actualidad. De hecho, se trata sin duda de la combinación más sostenible. Para ello hay dos maneras de hacerlo:

Instalación fotovoltaica aislada

Se trata de una instalación que capta la energía procedente del sol con paneles de la propia placa y la almacena en potentes sistemas de baterías. Sin embargo, tiene una gran desventaja: funciona de modo independiente a la red eléctrica.

Por ello, es casi imposible cargar el vehículo eléctrico en días nublados o de poca luz solar, puesto que el mismo gastará la energía acumulada y las baterías se agotarán. Ya ni hablar de si vivimos en lugares donde no hay muchas horas de sol…

Instalación fotovoltaica de autoconsumo

Se trata de una instalación que está conectada a la red eléctrica. Hay dos tipos:

• Con excedentes y sin compensación: no eficaz para uso residencial.
• Con excedentes y con compensación: el domicilio puede consumir energía propia de los paneles solares o de la red eléctrica. Si se genera un excedente, el sobrante va a la red eléctrica y al final de cada periodo de facturación se realiza la lectura del contador bidireccional de la instalación correspondiente y la comercializadora aplica un descuento en la factura de la luz según los kilovatios vertidos.

El precio de los excedentes del autoconsumo suele oscilar entre los 4 y 5 céntimos por kWh vertido. Se trata de un precio transparente que se puede consultar en todo momento en la web del ESIOS.

Decidirse por una instalación fotovoltaica requiere un estudio previo para hacer cuentas y saber el número de paneles y la potencia necesaria tanto para el día a día como para recargar la batería del automóvil eléctrico.

Respecto a la energía que es capaz de proporcionar un panel solar, esta suele ubicarse entre 150 y 500 W, aunque varía según la zona geográfica. Y es que, lógicamente, las horas solares no son las mismas en Lugo que en Murcia.

También hay que tener en cuenta que una instalación de paneles solares no genera energía por la noche, por lo que se aconseja cargar el vehículo por el día cuando las placas están a pleno rendimiento. Solo así sería posible cargar un coche eléctrico con energía solar.

Veámoslo con un ejemplo sencillo. Supongamos que vivimos en Canarias (donde no hay problemas de horas solares) y que tenemos un Volkswagen ID.4 con una batería de 52 kWh, lo que le proporciona una autonomía de 344 kilómetros (WLTP).

Si recorremos 10.000 kilómetros al año, consumiremos 1.512 kWh de energía anuales. Así las cosas, habría que instalar cuatro placas solares que puedan generar 375 kWh anualmente cada una.

De este modo, si tenemos la instalación conectada a la red, los excedentes de energía generados durante el día y en verano, compensarán económicamente el mayor aporte de la red recibido por la noche y en invierno.

La gran mayoría de usuarios que tienen un vehículo eléctrico en su garaje particular utilizan el horario nocturno para recargarlo, pero una instalación fotovoltaica no produce energía en ese tiempo.

Y como casi todos no están en casa durante el día, la solución ideal es escoger una instalación fotovoltaica de autoconsumo. Así se aprovecha la tarifa nocturna de la luz (la más barata) y se añade la compensación económica por el excedente de energía generada.

Visto lo visto, cargar un coche eléctrico con placas solares en casa es completamente posible. Eso sí, habrá que decidirse por una instalación conectada a la red eléctrica para compensar la energía producida en exceso y así recargar el vehículo por la noche.